La fritura es una de las técnicas culinarias más populares. Ya sea que esté preparando un jugoso pollo frito, papas fritas crujientes o deliciosos aros de cebolla solo de pensarlo, es difícil negar el sabor de la fritura profunda. Desde sus orígenes en el antiguo Egipto hasta los avances modernos que lo han hecho más fácil y delicioso que nunca, ¡echemos un vistazo más de cerca a algunos de los hechos detrás de este popular método de cocción!

Temperatura :

Elegir la temperatura adecuada para freír es un factor clave para garantizar que los alimentos se cocinen de manera adecuada y uniforme. Para hacer esto, la mayoría de las personas recomiendan usar un termómetro de aceite para asegurarse de que la temperatura se mantenga en el rango óptimo de alrededor de 350-375 °F (175-190 °C). Si la temperatura es demasiado baja, la comida puede estar grasosa o empapada, pero si es demasiado alta, puede producir humo y quemaduras.

¿Cómo mantener la temperatura adecuada?

Consejos profesionales para mantener la temperatura del aceite en una sartén:

  1. Comience con una cantidad adecuada de aceite de cocina; demasiado o muy poco aceite causará fluctuaciones de temperatura.
  2. Calentar el aceite lentamente, a fuego medio-bajo, ya que así se controla mejor y se evitan cambios bruscos de temperatura.
  3. Para un calentamiento uniforme, evite sobrecargar la sartén con alimentos: tener demasiados artículos en una sartén puede causar caídas repentinas de temperatura que pueden hacer que los alimentos se cocinen de manera desigual.
  4. Agregue aceite adicional si es necesario, pero hágalo solo entre lotes de alimentos y no durante la cocción para evitar caídas repentinas de temperatura.
  5. Siempre que sea posible, opte por sartenes más pesadas que conduzcan el calor de manera uniforme para que los alimentos se cocinen de manera más uniforme y mantengan temperaturas constantes durante la preparación.

Tipo de aceite:

Los diferentes tipos de aceites tienen diferentes puntos de humo que determinan la temperatura que pueden alcanzar antes de quemarse. Los aceites vegetales como el de girasol, maíz y canola son generalmente buenas opciones porque tienen un punto de humo más alto que otros tipos de aceite. También es importante tener en cuenta que los aceites vegetales tienden a tener menos grasas saturadas que las grasas animales como la mantequilla o la manteca de cerdo, lo que puede ayudar a que la comida sea más saludable en general.

Energía :

Para freír sin derrochar energía, un consejo útil es precalentar la sartén o la freidora antes de añadirle aceite o alimentos, así no tendrás que gastar tanta energía para alcanzar la temperatura deseada. Además, el uso de una superficie de cocción antiadherente de buena calidad lo ayudará a evitar el desperdicio de energía al permitirle cocinar con menos aceite y reducir los problemas de adherencia, además de facilitar la limpieza posterior. .

Empanado:

Existe una amplia variedad de empanados para freír alimentos, que van desde rebozado y pan rallado para pescado y patatas fritas hasta harina condimentada para pollo frito o chuletas. Estos empanizados no solo agregan sabor y textura, sino que también ayudan a proteger los alimentos para que no se quemen con el aceite caliente que se usa para freír.

¿Cómo preparar un empanado exitoso?

Preparar el empanado adecuado para freír crocante requiere algunos pasos clave que no deben pasarse por alto.

  1. Primero, comience con lo básico y asegúrese de que todos los ingredientes se mantengan fríos durante la preparación. Para que el recubrimiento se adhiera a la comida, es importante comenzar con una superficie seca. Esto significa que el exceso de humedad debe eliminarse de los alimentos antes de empanar.
  2. A continuación, cree un baño de huevo o suero de leche combinando huevos, suero de leche u otros líquidos con condimentos como ajo en polvo, cebolla en polvo y pimentón para darle más sabor. El huevo batido actúa como un adhesivo para ayudar a que el recubrimiento se adhiera a la comida.
  3. Una vez que haya preparado su baño de huevo, combine sus ingredientes secos en otro tazón. Por ejemplo, harina o migas de panko (pan rallado japonés) con especias como sal, pimienta y hierbas para darle más sabor.
  4. Sumerja la comida en el baño de huevo, luego revuélvala en los ingredientes secos hasta que esté completamente cubierta. Puede ser útil presionar ligeramente los ingredientes secos para que se adhieran mejor a la superficie de los alimentos.
  5. Finalmente, fríe los alimentos empanados hasta que estén dorados y crujientes por ambos lados. ¡Sirva inmediatamente después de freír para obtener el máximo crujiente!

Freidora o sartén: ¿cuál es mejor?

La decisión de usar una sartén o una freidora realmente depende del tipo de comida que planee cocinar y con qué frecuencia planee cocinarla. Las sartenes poco profundas son ideales para alimentos más pequeños como los huevos. Mientras que las freidoras son más adecuadas para piezas grandes como alitas de pollo o papas fritas, que necesitan una mayor profundidad de aceite para permanecer sumergidas durante todo el tiempo de cocción, sin quemar el exterior y dejar el interior crudo o sin cocinar.

Nuevamente, las freidoras tienen la ventaja de regular la temperatura del aceite que se usa para cocinar. Esto ayuda a mantener el calor uniforme durante la cocción, asegurando que los alimentos cocinados se mantengan a la misma temperatura constante, lo que da como resultado una textura increíblemente crujiente con un mínimo de aceite agregado. El uso de este método también minimiza la cantidad de grasa absorbida por los alimentos, creando opciones fritas más saludables, como verduras y pescado.

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