Por lo tanto, no sorprende que las personas busquen cada vez más la nutrición como una forma de impactar su bienestar general, incluida su microbiota. Si aún no ha oído hablar de ella, su microbiota es un ecosistema de bacterias increíblemente complejo que reside en su intestino. ¡Piense en ellas como mini-ecosistemas dentro de usted! Es posible mejorar el equilibrio de este ecosistema modificando su dieta e incluyendo ciertos alimentos que fortalecen la microbiota, lo que conlleva todo tipo de efectos positivos para la salud. En este artículo vamos a hablarte de algunos alimentos fantásticos que puedes añadir a tu dieta ahora mismo si quieres ayudar a mantenerla equilibrada.
Microbioma y microbiota: ¿cuál es la diferencia?
Los términos «microbioma» y «microbiota» a menudo se usan indistintamente, pero existe una sutil diferencia entre ellos. El microbioma se refiere al ecosistema microbiano completo que existe dentro de un individuo e incluye bacterias y otros microbios. La microbiota, por otro lado, consiste únicamente en la población bacteriana que habita en un entorno como el intestino humano.
La composición y las capacidades funcionales de estas dos entidades pueden ser únicas según factores como la edad, la dieta, el estado de salud y los factores ambientales. Aunque estas dos entidades tienen un impacto significativo en la salud humana y los procesos de enfermedad, su papel en el mantenimiento de una buena salud es muy diferente.
El microbioma influye en nuestra composición genética a través de su capacidad para influir en la expresión génica. También ayuda a regular la función del sistema inmunitario al producir metabolitos específicos que pueden influir en los niveles de inflamación. Por otro lado, la microbiota juega un papel importante en la digestión de los alimentos y el aporte de nutrientes esenciales para el metabolismo, así como en otras actividades metabólicas como la regulación de la homeostasis del peso o la modulación de los niveles de energía.
Además de influir en los procesos fisiológicos, los cambios en el microbioma o la microbiota pueden indicar una alteración en el equilibrio homeostático que podría provocar complicaciones médicas o síntomas de enfermedades. Por lo tanto, es importante mantener un equilibrio óptimo de las dos comunidades microbianas para lograr el bienestar general.
Probióticos:
Un alimento clave para fortalecer la microbiota. Contienen bacterias beneficiosas, enzimas y otros componentes esenciales que ayudan a equilibrar la flora intestinal. Los probióticos se encuentran en muchos alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, el kimchi y el chucrut. Los estudios muestran que consumir probióticos puede mejorar la diversidad de especies bacterianas en el tracto gastrointestinal, lo que conduce a una mejor salud digestiva.
Prebióticos:
Los alimentos ricos en prebióticos también juegan un papel importante en el mantenimiento de un microbioma intestinal saludable. Los prebióticos son fibras dietéticas que sirven como fuente de alimento para las bacterias beneficiosas en el intestino. Los alimentos como los plátanos, el ajo, las cebollas, las alcachofas y la avena están repletos de fibra prebiótica que ayuda a alimentar a las bacterias buenas y promueve el crecimiento bacteriano en el intestino.
crucíferas:
Las verduras crucíferas como el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas y el repollo están cargadas de nutrientes que pueden aumentar la inmunidad y promover una digestión óptima. Además de tener un alto contenido de fibra dietética y vitaminas C y K, estos vegetales contienen sulforafano, un compuesto conocido por reducir la inflamación causada por patógenos intestinales mientras nutre microbios beneficiosos en el intestino.
Caldo de hueso:
Otro alimento que se ha encontrado que apoya una microbiota saludable debido a su alta concentración de minerales como el calcio y el magnesio, que pueden estimular el crecimiento de bacterias buenas en los intestinos. Además, el caldo de huesos contiene glutamina que puede ayudar a reparar el síndrome del intestino permeable y permitir una mejor absorción de los nutrientes de nuestra dieta.
Omega 3:
Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran principalmente en pescados como el salmón o las sardinas tienen propiedades antiinflamatorias, lo que los hace excelentes para reducir la inflamación causada por bacterias que causan enfermedades mientras ayudan a fortalecer las paredes contra posibles infecciones o irritaciones del revestimiento del tracto digestivo. .
Los abogados :
Estos frutos también cuentan con compuestos antiinflamatorios como el beta-sitosterol, que pueden contribuir tanto a la salud general como a mantener el equilibrio y la diversidad de la microbiota intestinal al aportar nutrientes esenciales como el potasio, que ayuda a optimizar los procesos digestivos y favorece el buen funcionamiento microbiano. actividad en nuestro ambiente colónico.
Verduras de hoja verde:
Finalmente, las verduras de hoja verde como la espinaca y la col rizada también deberían estar en el menú de todos, especialmente si está tratando de aumentar su microbiota, ya que estos tipos de productos contienen polifenoles, antioxidantes conocidos por su papel en el control de la inflamación y el equilibrio de nuestro microbioma. ¡dos elementos necesarios para la correcta absorción de los nutrientes de nuestra dieta y el mantenimiento de una salud digestiva óptima a lo largo de nuestra vida!