La medicación es una parte importante de la vida de muchas personas, ya sea comprando medicamentos de venta libre en la farmacia local o tomando múltiples recetas diariamente para controlar condiciones de salud crónicas. Pero el uso correcto de estos medicamentos conlleva una cierta responsabilidad. ¿Has sido tu propio farmacéutico últimamente? Antes de autodiagnosticarse y abastecerse de medicamentos, preste atención a un farmacéutico experimentado: aquí hay 6 errores comunes que cometen las personas al tomar medicamentos: ¡evítelos y manténgase saludable!
Tomar medicamentos con alimentos:
Comer una comida antes de tomar un medicamento puede disminuir su eficacia o causar una respuesta tardía. En algunos casos, los alimentos ingeridos pueden interferir con la absorción del fármaco, lo que lleva a una dosis incorrecta y un tratamiento ineficaz. Además, se deben evitar ciertos tipos de alimentos, ya que pueden causar efectos secundarios peligrosos de ciertos medicamentos.
Uso de medicamentos después de su fecha de caducidad:
Los medicamentos se vuelven menos potentes y menos efectivos después de su fecha de caducidad. Esto significa que si tiene el hábito de consumir un medicamento «caducado», es posible que no funcione según lo previsto e incluso puede causar daño al aumentar el riesgo de efectos secundarios o reacciones tóxicas en el cuerpo debido a la degradación de los ingredientes del medicamento. fórmula.
Mezclar medicamentos sin consultar a un médico:
La combinación de varios medicamentos puede tener implicaciones graves para la salud y el bienestar, especialmente si los medicamentos interactúan de formas inesperadas. Por ejemplo, las píldoras anticonceptivas pueden volverse menos efectivas cuando se toman junto con antibióticos como la tetraciclina o la doxiciclina, mientras que otras, como el ibuprofeno, pueden aumentar la presión arterial cuando se toman junto con otros tipos de medicamentos para la presión arterial. Por lo tanto, es importante hablar con un médico antes de mezclar medicamentos recetados.
Omitir dosis:
Saltarse las dosis de los medicamentos prescritos puede dar lugar a un tratamiento insuficiente, lo que provoca un empeoramiento de los síntomas o la aparición de nuevos síntomas que requieren una atención más intensiva de la que se habría considerado si se hubieran seguido correctamente las instrucciones de dosificación al inicio del tratamiento. Además, saltarse dosis puede dificultar que los médicos ajusten las dosis apropiadas más adelante, si es necesario, debido a la falta de datos sobre la ingesta real del fármaco durante un período de tiempo, que los médicos suelen utilizar para medir los resultados de los tratamientos y ajustar las dosis en consecuencia. en base a estas medidas.
No completar los tratamientos prescritos:
El tratamiento farmacológico se prescribe durante un tiempo específico para tratar de forma eficaz todos los síntomas y reducir o prevenir la recurrencia logrando la eficacia total de todas las dosis tomadas durante ese tiempo (p. ej., antibióticos como la penicilina). La suspensión prematura de la medicación puede conducir a la formación de bacterias resistentes, lo que dificultará mucho más el tratamiento de infecciones en episodios futuros, ya que estas bacterias ya no responderán a los tratamientos comunes administrados previamente con éxito. Asimismo, puede significar que no se atienden suficientemente las condiciones de base, lo que desencadena otros problemas médicos a largo plazo por un tratamiento inadecuado durante las etapas iniciales, cuando los síntomas se presentaban por primera vez y requerían intervención médica para resolverlos. efectivamente.
Mala comunicación entre pacientes y farmacéuticos:
Los farmacéuticos juegan un papel importante para garantizar que los pacientes reciban tratamientos seguros y efectivos a través de una comunicación clara sobre las posibles interacciones entre diferentes medicamentos o dosis, instrucciones de uso (por ejemplo, con qué frecuencia tomar el medicamento), síntomas que pueden indicar una sobredosis o un uso indebido (por ejemplo, náuseas). , vómitos, mareos), posibles efectos secundarios, etc. Por eso es importante que el paciente y el farmacéutico se tomen el tiempo de verificar toda la información proporcionada por el otro antes de comprometerse con cualquier proceso relacionado con la administración/toma de dicha receta. De esta manera, cualquier error se detecta antes, evitando las consecuencias potencialmente peligrosas del uso/administración incorrecta de medicamentos recetados debido a la falta de comunicación entre las partes involucradas en este proceso.